Nueva Guía del Instituto Nacional del Cáncer para la prevención y detección temprana del CCR

El Instituto Nacional del Cáncer (INC) anunció el lanzamiento de la nueva Guía para Equipos de Atención Primaria de la Salud como parte de la información destinada al Programa Nacional de Prevención y Detección Temprana del Cáncer Colorrectal con el objetivo de disminuir la incidencia del CCR y su tasa de mortalidad en Argentina.

El CCR es un problema de salud pública a nivel mundial, afectando tanto a hombres como a mujeres. Nuestro país no escapa a dicha problemática, con una incidencia de 13.500 casos cada año lo que lo convierte en el tercer cáncer en frecuencia (luego del cáncer de mama y próstata) y el segundo en mortalidad (luego del cáncer de pulmón).

El CCR clásicamente se presenta en individuos mayores de 50 años, aunque en los últimos años se ha visto un aumento de casos en personas más jóvenes lo que lleva a replantearnos la edad del inicio del rastreo de la enfermedad.

El desarrollo del CCR se produce como consecuencia de una compleja interacción de factores hereditarios y otros denominados ambientales que se relacionan con la alimentación y el estilo de vida.

En más del 80-90% de los casos el CCR tiene una lesión precursora, el pólipo adenomatoso o adenoma, que puede crecer lentamente y transformarse en un cáncer si no se detecta y extirpa a tiempo.

La progresión de los adenomas hacia el CCR (secuencia adenoma-carcinoma), es un proceso en etapas que se desarrolla lentamente estimándose en más de 10-15 años para adenomas menores a 1 cm.

La mayoría de los pólipos adenomatosos son extirpables mediante colonoscopía. Su lenta progresión hacia el cáncer brinda una ventana suficientemente amplia para su detección y resección, que junto a una vigilancia adecuada permiten un significativo impacto en la reducción de la incidencia del CCR.

Alrededor del 75% de los CCR son esporádicos, es decir que se dan en pacientes sin antecedentes familiares ni enfermedades genéticas; mientras que el 25% restante se presentan en individuos con riesgo aumentado por:

  • Antecedente personal o familiar de adenoma o CCR
  • Antecedente personal de enfermedad inflamatoria intestinal
  • Antecedentes personales o familiares de síndromes hereditarios de CCR

De acuerdo al riesgo relativo que representan los diferentes antecedentes señalados, clásicamente se divide al total de la población en los siguientes grupos:

  1. Grupo de riesgo bajo o promedio (70-80% del total de la población):
    1. Toda la población de 50 o más años de edad sin factores de riesgo.
    2. Población con antecedente familiar de cáncer colorrectal o adenomas en un familiar de 2° o 3° grado.
    3. Población con antecedente familiar de cáncer colorrectal o adenomas en un familiar de 1° grado (madre, padre, hermano, hijo) mayor de 60 años o en dos familiares de 2° grado.
  2. Grupo de riesgo moderado (20-30% del total de la población):
    1. Población con antecedente personal de adenomas (se subdivide este grupo teniendo en cuenta el tamaño y número de los adenomas, la histología vellosa o grado de displasia).
    2. Población con antecedente personal de cáncer colorrectal resecado previamente con intento curativo. Se establece un régimen de vigilancia.
    3. Población con antecedente de cáncer colorrectal o pólipos adenomatosos en un familiar de 1° grado menor de 60 años o en dos familiares de 1° grado independientemente de la edad.
  3. Grupo de riesgo alto (5-10% del total de la población):
    1. Población con antecedente familiar de poliposis adenomatosa familiar (PAF).
    2. Población con antecedente de cáncer colorrectal hereditario familiar no asociado a poliposis (síndrome de Lynch).
    3. Población con enfermedad inflamatoria intestinal (colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn).

Prevención primaria del CCR:

La prevención primaria tiene como objetivos identificar los factores de riesgo en la dieta y en el estilo de vida de las personas para intentar modificarlos.

Las recomendaciones son:

  • Consumir una dieta rica en fibras, especialmente vegetales y frutas.
  • Disminuir el consumo de carnes rojas y grasas de origen animal.
  • Ingerir productos ricos en calcio (lácteos).
  • Realizar ejercicio físico regularmente y evitar el sobrepeso.
  • Disminuir el consumo de bebidas alcohólicas y evitar el tabaco.

Prevención secundaria del CCR:

A partir de los 50 y hasta los 75 años es necesario que todas las personas, aunque no tengan síntomas, se efectúen chequeos regulares para detectar y extirpar los adenomas o detectar y tratar el cáncer colorrectal en una etapa temprana; y en caso de antecedentes personales o familiares de CCR el inicio de los controles debe ser más precoz.

Estudios de detección recomendados:

  • Test de sangre oculta en MF inmunoquímico (TSOMFI): Es un examen simple y bien aceptado por el paciente. El test inmunoquímico responde solo a la hemoglobina humana no interfiriendo con la dieta del paciente.
  • Colonoscopía: Es el gold estándar para la detección de pólipos adenomatosos y CCR.

Las tareas principales de la Atención Primaria de la Salud:

  • Realizar el TSOMFI a varones y mujeres mayores de 50 años y brindar el asesoramiento previo y posterior a la realización del test.
  • Informar a la comunidad sobre las formas de prevención del CCR.
  • Identificar los posibles casos de pacientes de alto riesgo.
  • Derivar a las consejerías de evaluación de antecedentes y riesgo en los hospitales de la zona.
  • Realizar el seguimiento de los pacientes que regresan a los controles.

Recomendaciones según grupos de riesgo:

El desarrollo de contenidos de esta Guía estuvo a cargo de los Dres. Ubaldo Gualdrini, Luciana Eva Iummato y María Laura Bidart y tuvo como objetivos fortalecer la capacidad de realizar acciones de prevención y desarrollar tareas de detección temprana en los mencionados Equipos de Atención Primaria. También su propósito fue favorecer su rol en el seguimiento y cuidado de las personas que -habiendo finalizado su tratamiento- vuelven a los controles en los centros de Atención Primaria de la Salud.