¿Qué es un endoscopio?
Es un delgado tubo flexible con una cámara y una luz en uno de sus extremos, que se introduce en el organismo, a través de diferentes vías, para poder obtener imágenes de video del interior del mismo y llegar así a diagnósticos más precisos sobre ciertas dolencias o intervenir para resolverlas.
¿Qué es una enteroscopía?
La enteroscopía es un procedimiento endoscópico que sirve para explorar porciones variables del intestino delgado. Normalmente, con los métodos convencionales de endoscopía se puede observar un sector limitado del intestino delgado. Existen ciertas circunstancias sin embargo, en las que puede ser necesario explorar un poco más en profundidad el intestino delgado. Para ello, se utiliza un endoscopio fino de una longitud especial.
¿En qué circunstancias puedo llegar a necesitar una enteroscopía?
Este estudio se solicita en el caso de un sangrado digestivo cuyo origen sea alguna lesión (ej.: úlcera, malformación vascular, pólipo) del intestino delgado. Por otro lado, a veces es necesario (por ejemplo, frente a la presencia de lesiones tumorales o bien en una enfermedad celíaca que no responde al tratamiento) tomar muestras de biopsias de diferentes sectores. Para acceder al intestino delgado, se puede realizar una enteroscopía por la boca (o anterógrada) o bien a través del conducto anal (o retrógrada).
¿Qué preparación requiere?
El estudio en sí puede durar entre 30 a 45 minutos o incluso un poco más. Generalmente se realiza bajo sedación anestésica. Es por eso que, de acuerdo al criterio del médico especialista y a la localización del hallazgo o lesión a tratar, puede ser necesario que antes del procedimiento sólo necesite ayuno en el caso de una enteroscopia anterógrada o bien ayuno más la toma de un purgante – similar a lo necesario para la realización de una colonoscopía- en caso de una retrograda. Normalmente, posterior al estudio es necesario que el paciente se quede en observación un tiempo, que va a depender de lo realizado durante el procedimiento.
¿Cuáles son los riesgos?
En general, la enteroscopía es un procedimiento seguro, con un bajo riesgo de complicaciones. Es necesario saber que, de ocurrir alguna complicación, puede ser necesaria la hospitalización del paciente. Si se realiza una biopsia o extracción de un pólipo o lesión, puede ocurrir sangrado posterior. Por otro lado, como en todo procedimiento endoscópico, existe un riesgo de perforación de algún sector del tubo digestivo. Si bien es una eventualidad no común, la misma suele requerir hospitalización y tratamiento, ya sea endoscópico o quirúrgico.