Definición e indicaciones
La manometría esofágica es un estudio para medir las presiones en toda la longitud del esófago. Es fundamental cuando existe la sospecha de un trastorno motor del esófago. Los trastornos motores del esófago son alteraciones de los movimientos de este órgano cuyos síntomas pueden ser: dificultad para tragar, sensación de atascamiento del alimento en el pecho, dolor de pecho y pérdida de peso debido a las limitaciones para alimentarse.
Por otro lado, la manometría esofágica también se realiza para conocer las características del esfínter esofágico inferior (válvula que divide el esófago del estómago) en personas que padecen reflujo gastroesofágico.
Otra de las indicaciones es la evaluación de la motilidad antes de una cirugía de esófago.
Es importante saber que antes de realizar una manometría debemos contar con un estudio anatómico como la endoscopía digestiva, que haya descartado cualquier enfermedad orgánica del esófago.
Técnica
La manometría esofágica es un estudio que se realiza con el paciente despierto. Tiene una duración aproximada de 10- 20 minutos. Se debe concurrir con un ayuno de 8 hs. Se coloca anestesia local en forma de gel en una de las fosas nasales y se progresa una sonda por la nariz. Esta sonda pasa por donde va el alimento, no por donde va el aire, por lo tanto no se sentirá dificultad para respirar en ningún momento. Una vez que la sonda está colocada se realizan diez tragos de agua salada. En algunas oportunidades deben realizarse otras pruebas complementarias: tragos de sustancias viscosas y sólidas, inspiraciones profundas, cinco tragos rápidos, toma de un vaso de agua, etc. Luego se retira la sonda y el médico analiza el estudio.