¿Qué es la enfermedad diverticular del colon?
La enfermedad diverticular del colon o diverticulosis es la formación de varios sacos o bolsillos (como dedos de un guante) en la pared del colon, a los que se llama “divertículos colónicos”. Pueden variar en tamaño desde una lenteja a mucho más grandes, se forman por el aumento de la presión del gas, contenido sólido o líquido en lugares debilitados de la pared del intestino. Son más comunes en la parte inferior del intestino grueso (el colon sigmoideo).
Esta patología es muy común en la población occidental y la tasa aumenta con la edad; ocurre en el 10% de las personas con más de 40 años y en el 50% de los de más de 60.
¿Cuáles son los síntomas?
Normalmente la diverticulosis no causa ningún síntoma problemático. Algunas personas pueden sentir sensibilidad en la zona afectada o dolores abdominales.
¿Cómo se diagnostica?
Debido a que la mayoría de las personas con diverticulosis no tiene ningún síntoma, se suele encontrar de forma incidental cuando el paciente se realiza estudios (por ejemplo una ecografía o tomografía de abdomen o una colonoscopía).
¿Cómo se trata?
Las personas que tiene diverticulosis sin síntomas ni complicaciones no necesitan ningún tratamiento, aunque existen pruebas científicas que demuestran que podrían beneficiarse con una dieta con alto contenido en fibra. Los laxantes no deben usarse.
¿Cómo se puede prevenir la diverticulosis?
Algunas medidas que podrían ayudar a prevenir la enfermedad diverticular o reducir las complicaciones son:
- Evitar la constipación.
- Ingerir fibra en la dieta
- Beber cantidades adecuadas de agua
- Realizar ejercicio físico con regularidad
La Asociación Dietética Americana recomienda de 20 a 35 gramos de fibra al día. Cada persona, independientemente de si tiene o no divertículos, debería consumir esta cantidad. La fibra es la parte de los alimentos (en su mayoría de origen vegetal) que no se puede digerir en el intestino humano. Los alimentos con alto contenido en fibra incluyen:
- Panes, cereales y galletas integrales
- Frutas
- Vegetales como brócoli, repollo, espinaca, zanahoria, espárragos, calabaza y legumbres como las arvejas.
- Arroz integral
- Productos con salvado
Una dieta con alto contenido en fibra ayuda a prevenir la constipación y aporta otros beneficios para la salud, incluyendo descenso en la presión sanguínea, el colesterol y el nivel de azúcar en sangre y reducción de los riesgos de desarrollar ciertas enfermedades intestinales. Debe aclararse que algunas personas pueden presentar síntomas (por ejemplo distensión o hinchazón abdominal) si ingieren altas cantidades de fibra cuando previamente no tenían este hábito alimentario.
Otros hábitos que podrían ayudar a prevenir la enfermedad diverticular incluyen beber suficiente cantidad de agua (8 vasos de 250 ml al día), descansar y dormir lo suficiente.
¿Cuáles son las complicaciones de la Enfermedad Diverticular?
Las complicaciones se presentan en un pequeño porcentaje de pacientes y son la diverticulitis y el sangrado diverticular.
La diverticulitis ocurre por un proceso inflamatorio e infección en uno o más divertículos. Los síntomas que se pueden presentar son dolor o aumento de la sensibilidad de la parte inferior del abdomen (a predominio izquierdo) y, puede estar asociado a escalofríos y/o fiebre. El tratamiento en la mayoría de los casos es con antibióticos. En ocasiones la infección es severa y el paciente necesitará ser internado para que le administren antibióticos por vía intravenosa. Durante la etapa activa de la infección, algunos expertos recomiendan realizar una dieta baja en fibra y beber mucha agua. Después de que la infección mejore, se puede volver a introducir la fibra en la dieta diaria. Ante la sospecha de diverticulitis, está contraindicado realizar en ese momento una colonoscopía. El médico especialista deberá decidir el momento adecuado para realizarla, si fuera necesario, según la evolución clínica del paciente.
Otra complicación de la Enfermedad Diverticular es el sangrado. Esto ocurre cuando hay una lesión crónica (a largo plazo) en los pequeños vasos sanguíneos cerca de los divertículos. En general, este sangrado se autolimita aunque en algunos casos puede ser necesaria una cirugía si el sangrado no cesa.